Escribir sobre artistas vivos siempre es una tarea gratificante. Como autor, no es necesario especular mucho sobre si sabía esto o aquello para encontrar inspiración; en cambio, las entrevistas personales proporcionan una gran cantidad de información sobre sus métodos de trabajo y procesos de pensamiento. Artista y autor colaboran en un texto.
La siguiente sección presenta la exploración artística del cuerpo y el movimiento del artista Gunter Langer , quien nació en 1950 y ha acumulado una enorme obra en esta área.
Gunter Langer, “En la rueda”, gouache, acuarela y lápiz sobre papel hecho a mano, 56 x 76 cm, 2018.
Ya sean los cuadros de Gunter Langer colgados inmóviles en la pared o sus esculturas sobre pedestales, los motivos poseen, no obstante, el elemento del movimiento.
Aunque el movimiento está congelado en la imagen –debido al medio–, la figura en sí no parece rígida en absoluto, ya que nos invita a pensar su movimiento hasta el final, o quizás a imaginar el comienzo del movimiento.
Así, la figura pone en movimiento algo en nuestro interior: nos activa. Este efecto conmovedor es inequívocamente evidente en el enfoque del artista, quien no está interesado, en el peor de los casos, en representar poses inmóviles y ensayadas sin amor que, en su quietud, esperan ser, con suerte, artísticamente escenificadas.
A Langer le interesa el intermedio, es decir, el momento en medio del movimiento emergente y congelado, entre el todavía no ser y el ser completado.
Aquí reside la expresión de la vitalidad, lo que da vida al momento. Por ello, el cuerpo humano, con sus innumerables posibilidades de movimiento, resulta de especial interés para Langer.
El cuerpo humano no solo le permite la experiencia de observar movimientos. Es precisamente la naturaleza del movimiento, la forma en que un individuo se mueve en determinadas situaciones, lo que despliega su presencia.
Langer rastrea deliberadamente esta presencia y la describe utilizando los medios de su traducción artística.
Breves momentos de movimiento
Son momentos interactivos y efímeros entre el artista y su modelo —su inspiración— que deben disolverse repetidamente en su apogeo para renacer de nuevo, permitiendo que el movimiento exprese plenamente su vitalidad. A pesar de sus repeticiones deliberadas, son siempre momentos excepcionales, únicos cada vez.
Solo una experiencia profunda de esta vitalidad, una percepción cada vez más refinada de estos momentos, permite plasmarlos con éxito en una obra de arte que abarca una parte de esta vitalidad. En definitiva, como diría el filósofo Markus Gabriel, ahí reside el poder del arte.
Desde el punto de vista de Langer, la pose rígidamente ensayada debe retroceder a un segundo plano y dejar lugar al momento vivo y espontáneo que da a la presencia de la modelo su expresión única; también se podría decir: es eso lo que primero configura y revela sus diferentes rasgos de carácter.
Este acto de revelación se hace evidente al examinar con más detenimiento el enfoque de Langer para crear obras de arte. Con una cámara, Langer captura estos instantes fugaces. La corta velocidad de obturación de la cámara hace visible lo que normalmente pasa desapercibido para el ojo humano: breves momentos en los que la modelo levanta imperceptiblemente el velo, revelando su carácter natural antes de volver a ocultarse tras una pose hábil.
Las ayudas técnicas siempre han sido una extensión de la visión del artista. En este caso, Langer utiliza una cámara para tomar varias fotos por segundo, lo que le permite anticiparse al tiempo. Acorta la duración de la observación y le permite ver con precisión lo que le importa.
La fotografía es solo el primer paso, un boceto. Langer, apasionado pintor y dibujante, utiliza su boceto fotográfico para evitar que el modelo se quede paralizado, algo que ocurriría si lo dibujara frente a él. Por experiencia propia, sabe que esto lleva demasiado tiempo y destruye la espontaneidad del movimiento.
La ayuda técnica reduce el tiempo. Junto con los modelos, Langer evalúa los bocetos fotográficos y, si es necesario, trabaja con ellos para mejorar los movimientos. De los innumerables bocetos fotográficos, solo se seleccionan aquellos en los que la expresión del modelo, su movimiento y la singularidad del momento forman un todo armonioso.
Gunter Langer, “Mujer romana”, acrílico, gouache y lápiz sobre papel, 77 x 55,5 cm, 2019.
La acción es traducción y la traducción es acción
A partir del boceto fotográfico, que sirve meramente como guía, la traducción a otro medio se lleva a cabo en el estudio, abriendo nuevas posibilidades para Langer. De hecho, la traducción —de un medio a otro— representa el proceso artístico real: la observación se traduce en internalización, y esta, en expresión.
Visible e invisible, activo y pasivo; una interacción de opuestos que, mediante la constante transformación del otro, resurge continuamente en su contraparte. Esta interacción entre lo visible y lo invisible, la acción pasiva y la activa, se manifiesta en la obra de Langer principalmente en su línea. Es la expresión artística final la que, en otros medios, posibilita una mayor expresión artística.
La pasión de Langer reside en dibujar líneas a mano sobre papel. La internalización de la observación —y la imagen mental resultante— es crucial para que la línea fluya libremente, con secciones enteras del motivo surgiendo de un solo movimiento. Por lo tanto, la copia rígida queda descartada: Langer no se preocupa simplemente por hacer una copia gráfica del modelo; este simplemente sirve como guía para la imagen mental.
Gunter Langer, “Nada nuevo en el juego”, acrílico, acuarela y lápiz sobre papel chino, 36 x 46 cm, 2019.
La facilidad reside en interiorizar las líneas, en no pensarlas demasiado de antemano, preservando así su espontaneidad y su inherente soltura y vitalidad: en esencia, la reivindicación de libertad de la línea en sí. En su afán por crear una imagen, el dibujo lineal de Langer también consiste en comparar directamente su esfuerzo de traducción con si, mediante su observación concentrada, ha tenido éxito en el dibujo o si su mano se ha extraviado en el papel.
El dibujo ofrece la posibilidad de reducir nociones preconcebidas o principios rectores, resaltar observaciones detalladas y ampliar, omitir y/o distorsionar selectivamente la información.
La calidad de la traducción del artista se demuestra entonces conservando la vivacidad del movimiento así como la expresión y las características inherentes del modelo en la obra artística, dándoles únicamente una nueva forma, lo que la traducción no podía evitar en ningún caso.
El boceto fotográfico de Langer no es en absoluto inferior a un boceto clásico; también sirve simplemente para almacenar información y plasmarla en una composición. El enfoque para encontrar la composición depende de un modelo o imagen guía.
Como imagen bidimensional, el boceto fotográfico ya es una reducción del original. Langer deriva su comprensión de la profundidad de los cuerpos del dibujo clásico de modelos.
Por lo tanto, según las circunstancias, Langer utiliza ambos enfoques, lo que influye en su aproximación a la imagen en términos de proximidad y distancia. Esta relación con el modelo —ya sea como modelo o como guía— también determina su enfoque compositivo.
La experiencia adquirida al utilizar la pluma y el papel, así como al trabajar con pintura o arcilla, da forma y amplía las posibilidades compositivas en la exploración del movimiento como tarea artística y deja su propia huella única en el ser del artista.
Gunter Langer, “Venus en las nubes”, acrílico sobre lienzo, 61 x 143,5 cm, 2022.
En el flujo de la experiencia
La exploración creativa de diversas tareas resulta particularmente atractiva porque permite experimentar la existencia en diferentes niveles. Para Langer, la experiencia que surge, en condiciones ideales, en el flujo de líneas es, no obstante, una experiencia de flujo.
En este proceso de abordar una tarea creativa, surge un equilibrio entre el creador, su concentración y su consciencia de la tarea. Este equilibrio conduce a una mayor complejidad y comprensión durante la ejecución de la actividad, creando su propio sistema, en este caso, artístico.
Como demuestra claramente el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi, este equilibrio permite una experiencia de fluidez al encontrar un punto medio óptimo entre la exigencia excesiva y la insuficiente que impone la tarea. La confianza de Langer en sí mismo para perseguir su visión con tanta constancia proviene de numerosas experiencias de fluidez que han moldeado profundamente su existencia como artista.
Para Langer, los procesos de observación, internalización y creación son indispensables en su práctica diaria. Estos procesos le permiten sentir la vitalidad de su existencia artística, la cual se refleja en su obra, y a través de la práctica diaria, conecta con el mundo y viceversa.
Por lo tanto, el afán por encontrar soluciones a sus tareas es enorme. Estas experiencias de ser, adquiridas mediante el trabajo con el material, constituyen la exploración artística de Langer de su entorno y su intento de moldearlo.
La convergencia de procesos como representación
En estos conflictos, el mundo exterior se fusiona con la internalización de Langer, la cual, a través de la agitación emocional, encuentra su expresión en la obra artística. Esta emerge como una imagen en el mundo, comunicándose con él en su vitalidad. La imagen como obra de arte visualiza los movimientos efímeros, visibles e invisibles —físicos y mentales— del proceso artístico.
La acción del artista permanece visible pero codificada en la imagen, encarnando todos los procesos de traducción así como el estado emocional del artista.
En la obra de Langer, la línea define un camino o un flujo. Capta la mirada, que, al seguirla, ya no se mueve libremente por la página, pues la línea, al crearse, reivindicó toda su libertad. Dependemos de seguir su dirección para intentar comprender el movimiento —no solo el del sujeto, sino también el del artista— en su conjunto.
La línea, como representación de todos estos movimientos, penetra nuestra imaginación y simboliza pensamientos sobre las limitaciones y la libertad. Así, en este juego de opuestos, la obra de arte no solo es una experiencia de ser para el artista, sino también para nosotros, que somos testigos de las representaciones.
Gunter Langer, “Sin título (Retrato de una mujer)”, tinta sobre cartón, 30 x 40 cm, 2018.
Utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a información del dispositivo. Esto nos permite mejorar su experiencia de navegación y mostrarle publicidad (no) personalizada. Si acepta estas tecnologías, podemos procesar datos como su comportamiento de navegación o identificadores únicos en este sitio web. La negativa o la revocación del consentimiento puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
Funcional
Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico expresamente solicitado por el suscriptor o usuario, o para el único propósito de llevar a cabo la transmisión de un mensaje a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para el propósito legítimo de almacenar preferencias que no fueron solicitadas por el suscriptor o usuario.
estadística
El almacenamiento o acceso técnico se realiza exclusivamente con fines estadísticos.El almacenamiento o acceso técnico se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin una orden judicial, el consentimiento voluntario de su proveedor de servicios de internet o grabaciones adicionales por parte de terceros, la información almacenada o recuperada para este fin generalmente no puede utilizarse para identificarle.
marketing
Se requiere almacenamiento o acceso técnico para crear perfiles de usuario, enviar publicidad o rastrear al usuario en uno o más sitios web con fines de marketing similares.