El arte conmueve el corazón de una forma que las palabras a menudo no logran. Un retrato dibujado a mano captura mucho más que los contornos de un rostro; encierra la esencia de un instante, la expresión de una sonrisa, la profundidad de una mirada. Pero con frecuencia, nuestros seres queridos ya no están con nosotros para crear un retrato compartido de ellos.

Foto de JJ Ying
@jjying, vía Unsplash
Este artículo muestra las posibilidades que existen para crear hermosos recuerdos con ellos y honrarlos con una fotografía.
Golpe a golpe, recuerdos
Quien hacerse un retrato a menudo tiene que permanecer inmóvil durante horas. Esto requiere mucha paciencia, y la tentación de mirar por encima del hombro del artista resulta, además, inquietante. Pero también existe un método cómodo para obtener un retrato único.
Sketchus se especializa en crear dibujos con el máximo detalle y un alto grado de refinamiento. Para ello, se requieren fotografías de referencia de las personas retratadas. Estas sirven como plantillas y se combinan artísticamente en láminas o retratos.

¿Por qué dibujos a mano y no réplicas digitales?
Los dibujos a lápiz basados en fotografías irradian una calidez especial. Transmiten una autenticidad que el arte digital o las fotografías manipuladas simplemente no pueden. Esto los convierte en regalos ideales. Un detalle particularmente destacable son las fotografías imaginarias que nunca existieron.
Mediante trazos precisos y fotografías individuales, los profesionales de Sketchus transforman los retratos en obras de arte únicas. Esto crea un homenaje muy especial a personas o animales fallecidos. Quienes lo deseen pueden interpretar su propio retrato y, por ejemplo, encargar una obra completamente nueva a partir de imágenes individuales del sujeto.
Antes de cada retrato, se realiza una consulta exhaustiva para encontrar la composición y el encuadre ideales que logren una imagen armoniosa. El resultado son obras de arte que no solo impresionan visualmente, sino que también conmueven profundamente y unen a las familias de una manera que antes parecía imposible.
Sencillo y sin quedarse quieto: El camino hacia una obra dibujada a mano
Con solo unos clics, puedes dar el primer paso hacia un retrato personalizado. Primero, sube la foto que elijas, la cual servirá de base para la obra. El pago se procesa de forma fácil y segura mediante métodos online modernos. Una vez que recibamos tu foto y el pago, comenzará la fase creativa, durante la cual se generará una primera vista previa del retrato.
Posteriormente, se presenta al cliente para su revisión, asegurando que el resultado cumpla con sus expectativas. En esta etapa se aceptan y se implementarán con sumo cuidado cualquier ajuste.
Una vez aprobada la vista previa, el retrato terminado, cuidadosamente embalado y asegurado, se dirige a su nuevo hogar. La alegría de la llegada puntual y segura de la obra de arte es entonces solo cuestión de tiempo.
Para que dure para siempre: Consejos para el marco y la instalación
Una vez que la obra llega a su nuevo hogar, surge la cuestión de su presentación y conservación adecuadas. Un marco apropiado no solo la protege, sino que también realza la obra. Los marcos con paspartú , ya que, además de ser estéticamente atractivos, protegen la imagen del contacto directo con el cristal.
Materiales como la madera o el metal ofrecen una amplia gama de estilos, desde el clásico hasta el moderno, y por lo tanto pueden integrarse armoniosamente en cualquier interior. El vidrio con protección UV es una opción a considerar para proteger los colores de la decoloración causada por la luz solar.
La correcta colocación es igualmente crucial; evitar la luz solar directa y la alta humedad garantizará que el retrato dure mucho tiempo.
Escritora freelance especializada en arte (Art Brut), diseño de interiores, artesanía y literatura (novelas).










