Los trabajadores culturales afganos son blanco de los talibanes y se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad. Necesitan urgentemente acceso a visados humanitarios. Por lo tanto, los gobiernos deben responder de inmediato y proteger a los artistas.
Esta demanda es también el objetivo de una nueva petición en WeAct , la plataforma de peticiones de Campact. Está dirigida al Gobierno Federal Alemán, al Consejo Federal Suizo y al Gobierno Federal Austriaco.
¿De qué se trata?
La caótica misión de evacuación en Afganistán centra la atención de los medios de comunicación y los debates políticos. El foco principal está puesto en el trato recibido por el personal militar local. Casi por completo se pasa por alto la precaria y peligrosa situación de los numerosos artistas y trabajadores culturales .
Estas organizaciones se han distinguido de manera particularmente destacada en los últimos años. A pesar del gran peligro, defendieron los derechos de las mujeres y la convivencia pacífica, y se opusieron abiertamente a los talibanes. Han colaborado en innumerables ocasiones con instituciones culturales europeas.
Todo esto convierte a los artistas en enemigos declarados de los nuevos gobernantes de Kabul y Afganistán, creando una situación especialmente peligrosa, también para sus familias, que pueden ser blanco de represalias. Se informa muy poco sobre esto, y los llamamientos a priorizar a los artistas y trabajadores culturales en las evacuaciones son demasiado titubeantes.

Foto de Ehimetalor Akhere Unuabona @theeastlondonphotographer, vía Unsplash.
Numerosas figuras culturales afganas se encuentran actualmente atrapadas en el país. Han pasado a la clandestinidad y buscan refugio con amigos, ya que los talibanes están registrando sistemáticamente sus hogares. Artistas como el humorista Nazar Mohammed y el cantante folclórico Fawad Andarabi ya han sido blanco de ataques y ejecutados.
Se han clausurado más de 100 medios de comunicación, se ha prohibido la música, los talibanes han destruido grafitis y han pintado sobre los rostros de las mujeres en las fotografías.
También anunciaron que los artistas podrían tener que buscar nuevas profesiones. Considerarían tolerar el arte, pero solo si se ajustaba a la ley islámica. No hace falta mucha imaginación para visualizar lo que esto significa: es el fin del arte libre en Afganistán.
Mientras esta situación persista, debemos ayudar a nuestros colegas a conservar su voz, al menos en el exilio, para que el panorama cultural afgano no se silencie para siempre. Incluso ahora, artistas afganos están empezando a destruir sus propias obras por temor a los talibanes.
Aún está por verse cuándo y si se reanudarán los vuelos y qué fronteras se reabrirán. La estrategia de los talibanes también es incierta. Pero el sector cultural alemán y europeo debe abogar con firmeza por la evacuación segura de sus colegas de Afganistán, porque mañana podría ser demasiado tarde.
¿Qué debe suceder?
Es necesario encontrar formas de acoger, conectar y apoyar a los artistas y trabajadores culturales afganos en el exilio. Sin embargo, esto solo será posible si los responsables políticos priorizan su protección y su tránsito seguro.
La petición, lanzada por Hannah Neumann y que utiliza el hashtag #visa4AfghanArtists en las redes sociales para recabar atención y apoyo, exige que el Ministerio de Asuntos Exteriores mantenga abiertas las listas para personas vulnerables y que se haga transparente sobre cómo se gestionan las listas —y, por tanto, las personas que figuran en ellas—.
La petición exige acuerdos y acciones transfronterizas . Los artistas deberían recibir la máxima protección ante cualquier amenaza y asistencia, sin trabas burocráticas, para ponerse a salvo junto a sus familias.
Además, se exige que Alemania, Austria y Suiza se comprometan a una cuota mínima de reasentamiento . Los programas de intercambio y becas para trabajadores culturales especialmente vulnerables deben ampliarse de forma sostenible, tanto ahora como en el futuro. Asimismo, el sector cultural de habla alemana debe abrir sus puertas a los colegas afganos.
Haz clic aquí para ir directamente a la petición.

Propietaria y directora general de Kunstplaza. Publicista, editora y bloguera apasionada en los ámbitos del arte, el diseño y la creatividad desde 2011. Licenciada en diseño web (2008). Ha perfeccionado sus técnicas creativas mediante cursos de dibujo a mano alzada, pintura expresiva y teatro/actuación. Posee un profundo conocimiento del mercado del arte, fruto de años de investigación periodística y numerosas colaboraciones con figuras e instituciones clave del sector artístico y cultural.










