Pintura acrílica “Retrato de mujer tatuada” (2020) de Glenys Flint

Glenys Flint se dedica a pintar marinas de gran formato al óleo. Aunque siempre le había gustado dibujar, su verdadera trayectoria como pintora comenzó en 2018, cuando se mudó a Madeira tras una carrera como diseñadora de moda. Las islas atlánticas, con sus paisajes espectaculares, se convirtieron en la inspiración decisiva para su obra. Sus primeras piezas —retratos de moda como reminiscencia de su etapa anterior— evolucionaron rápidamente hacia detalladas pinturas florales de gran formato. Pero el océano que rodea Madeira ejerció sobre ella una fascinación irresistible. «Es el estado único y constante del mar, que un instante permanece quieto y brillante bajo el sol, y al siguiente estremecido por el viento, rugiendo y espumeando con una fuerza imparable, lo que me inspira», explica la artista.