Dibujo de grafito “Cleopatra – 22-12-18” (2018) de Corné Akkers

Nacido en Nimega en 1969, la obra de Corné se ha exhibido en numerosos países del mundo. Emplea diversos estilos, todos con un hilo conductor: la búsqueda constante de la luz en los fenómenos y en todas las sombras y capas de luz que los oscurecen. Sus técnicas preferidas incluyen la pintura al óleo, el pastel seco y el lápiz de grafito. Observa que lo importante no es la forma ni el tema, sino la forma en que las capas de una cualidad tonal particular varían y bloquean la luz. Los colores son relativamente poco importantes y pueden adoptar cualquier esquema. Es esta cualidad tonal la que está siempre presente en su obra, creando la ilusión de profundidad y volumen en un plano bidimensional. Corné combina la obra figurativa con la búsqueda de la abstracción, ya que ninguna de las dos, en casos extremos, puede ofrecer la declaración artística que el público espera de un artista. Además, la exageración y la desviación son la norma, lo que lleva al uso típico de una paleta de colores atrevida y una amplia gama tonal para crear arte que seguiría siendo reconocible incluso si el lienzo o el papel se rompieran en pedazos.