Escultura de bronce dorado "Pensando en ti" de Valerie Otte

Las figuras de bronce de Valerie Otte rara vez presentan retratos propiamente dichos, sino estudios de personajes sensibles. No ofrecen al espectador ninguna pose, sino un atisbo de personas a las que uno instintivamente atribuye una vida interior emocional. Las figuras de Otte son completamente autónomas, de modo que el espectador se siente como si presenciara un momento íntimo. Sin embargo, están «en el mundo», como resulta particularmente evidente en su obra «Pensando en ti»: la joven, absorta en sus pensamientos, está sentada en una silla —quizás en un apartamento tranquilo, quizás en un café bullicioso— mirando con aire soñador su teléfono móvil. Quizás aún duda en llamar a un ser querido al que echa de menos, quizás está mirando una fotografía de él o ella. Sin duda, sus pensamientos están conectados con el mundo exterior. Valerie Otte otorga al espectador una profunda visión del mundo interior de su protagonista. El arte de Valerie Otte —como suele encontrarse en la escultura figurativa— puede describirse como un juego de miradas a distancia. El requisito indispensable: la observación precisa. Por un lado, está la artista. En su obra, traduce todo lo que observa en el mundo como una sutil emoción, un pequeño gesto o un instante de autenticidad, impregnándolo todo con su arte. El espectador, por su parte, «lee» estas huellas plasmadas en bronce y pronto descubre no solo esculturas, sino personalidades. Es un juego que educa, no solo sobre arte, sino también sobre el mundo. Valerie Otte (nacida en 1977) estudió escultura e historia del arte en Londres y Berlín. Posteriormente, obtuvo un diploma en diseño de producto en Potsdam; todo ello, en conjunto, describe el enfoque y la versatilidad de su trabajo.