Escultura de metal fundido “Fauno Danzante de Pompeya” – Reducción artesanal

El arte romano se define principalmente por la fusión de elementos itálicos y grecohelénicos. En arquitectura, primaban las consideraciones pragmáticas al servicio de la expansión del imperio y los factores políticos. En el ámbito sagrado, los primeros templos de Roma seguían el modelo itálico-etrusco. Las estructuras seculares romanas, como puentes, puertos, acueductos, murallas, puertas, etc., tenían mucha mayor importancia. Con la remodelación del Foro Romano por Augusto y la posterior remodelación del Foro de Augusto, la importancia de los antiguos centros urbanos cambió. Se transformaron en grandes espacios abiertos y cerrados. La simetría axial, orientada hacia un templo con podio, es característica de este período. Bajo el reinado del emperador Augusto, se construyeron templos y teatros en la «Ciudad Eterna», cuyas formas redondeadas y dinámicas se alejaban cada vez más de las formas rectilíneas de sus modelos griegos.