El arte es una mezcla en constante cambio de lo intelectual y lo emocional, lo físico y lo espiritual . Hace de la subjetividad una virtud.
El arte, como forma de expresión individual, ofrece un medio único para explorarnos a nosotros mismos y nuestra posición en el mundo, y es una oportunidad inigualable para compartir con otras personas lo que vemos y sentimos, pensamos y percibimos.
El arte es una forma el diálogo dentro de los individuos y entre ellos y las comunidades.
La danza es una forma de arte en toda regla.
La danza es una forma de arte en toda regla a las "artes escénicas" , un fin en sí misma y un medio para que las personas expresen sus sentimientos, pensamientos y experiencias más íntimos.

La danza es una forma natural de autoexpresión : el cuerpo se expresa con naturalidad y, con él, la mente. Todos somos seres con libre albedrío, independientemente de nuestras circunstancias personales. A través de la danza, nuestro cuerpo expresa nuestra verdadera libertad, al tiempo que pone de manifiesto las limitaciones que nos impone la mente.
La danza es el arte en el que el movimiento humano se convierte en el medio para percibir, comprender y comunicar ideas, sentimientos y experiencias. La danza posee su propio contenido, vocabulario, habilidades y técnicas que deben comprenderse y aplicarse para dominar este arte.
Los elementos de la danza constituyen los conceptos y el vocabulario fundamentales para desarrollar las habilidades de movimiento y comprender la danza como forma de arte. Todos estos elementos están presentes simultáneamente en una danza o incluso en una breve secuencia de movimientos.
¿Pero es este el único "uso" de las formas artísticas? ¿Su "máxima expresión" en el escenario? ¿O es hora de reconectar con nuestros cuerpos y volver a la danza como parte integral de nuestras vidas?
Breve reseña histórica de los orígenes de la danza.
Las artes escénicas, incluida la danza, han formado parte de la civilización humana desde sus inicios. Nacemos con un instinto para el movimiento.
Quienes no podían oír la música pensaban que los bailarines estaban locos.
Friedrich Nietzsche
Bailar en la prehistoria
En la antigüedad, la gente bailaba constantemente, pues la danza siempre ha sido una de las formas intrínsecas de expresión de la humanidad. Fenómenos naturales, reuniones comunitarias, momentos familiares, guerra y paz, las estaciones… todos estos eran momentos y acontecimientos que se expresaban a través de danzas colectivas, familiares e individuales.
La danza es una forma de expresión universal, profundamente arraigada en todas las culturas y comunidades. Sus orígenes se remontan a la prehistoria, como lo demuestran las impresionantes pinturas rupestres en cuevas europeas, africanas y asiáticas. El «Chamán Danzante» de la Cueva de los Tres Hermanos, en el sur de Francia, es particularmente notable. Hallazgos arqueológicos, como representaciones de danza en tumbas egipcias y pinturas rupestres de la Edad de Piedra en las rocas de Bhimbetka, en la India, demuestran que la danza es una de las formas de arte más antiguas de la humanidad. Dado que la danza no tiene una forma tangible, los historiadores del arte se basan en estas representaciones para datar su origen.

Fuente de la imagen: Raveesh Vyas, CC BY-SA 2.0, a través de Wikimedia Commons
En una época anterior al lenguaje sofisticado, el cuerpo servía como medio de comunicación entre las tribus, permitiéndoles intercambiar identidad y mensajes. Ya en el 4000 a. C. surgieron las primeras técnicas de danza, y las danzas religiosas se refinaron con nuevas formas de movimiento, como la apertura de piernas y el baile en pareja. Estos avances dieron lugar a coreografías más armoniosas y complejas. La danza no debe subestimarse en absoluto; fue esencial para la comunicación de nuestros ancestros.
Bailar en la antigüedad
En la antigüedad, la danza desempeñó un papel central en las culturas, especialmente en el antiguo Egipto y Grecia . Los bailarines egipcios se distinguían por sus elegantes movimientos de piernas y su excelente equilibrio, lo que evidenciaba el alto estatus de la danza en su sociedad. En Grecia, la danza era aún más significativa y abarcaba diversos tipos, incluyendo danzas religiosas, dramáticas y líricas.
Quienes han hablado con veracidad sobre los orígenes de la danza explican que nació en el momento de la creación de todas las cosas, y por lo tanto, es tan antigua como el amor, el más antiguo de los dioses.”
describe Luciano de Samosata el papel esencial de la danza: en su obra De Saltatione .
Las obras de Homero, la «Ilíada» y la «Odisea», demuestran la importancia de la danza en los rituales nupciales, donde hombres y mujeres danzaban juntos. La danza dionisíaca , ya que se consideraba un vínculo entre mortales y dioses y se realizaba en ceremonias religiosas en honor a Dioniso. La danza, por lo tanto, no solo era una expresión de identidad cultural, sino también un elemento fundamental en los rituales espirituales.
La danza desempeñó un papel multifacético en la antigüedad: servía para la comunicación y el establecimiento de amistades, el culto a los dioses en ceremonias y rituales, y la curación mediante danzas macabras. También se utilizaba para expresar sentimientos hacia la familia y posibles parejas.
Cada danza transmitía un mensaje o emoción específica, como las danzas líricas en honor a Apolo. En Grecia, hombres y mujeres generalmente bailaban por separado, siendo las danzas conjuntas la excepción. A través de la danza, se hacían visibles el estatus social, el género, la edad y el origen.
La danza en la Edad Media
La Edad Media supuso un reto para la historia de la danza, caracterizada por la escasez de registros escritos. Solo la nobleza y el clero tenían acceso a recursos educativos, por lo que las danzas se transmitían principalmente de forma oral. Además, la Iglesia católica cuestionaba numerosas formas de danza y prohibía bailar de noche, lo que dificultó aún más su desarrollo. No obstante, algunas danzas, como las danzas circulares y las danzas en pareja, conservado gracias a fuentes iconográficas.

A finales de la Edad Media, los maestros de danza comenzaron a registrar estas danzas en anotaciones, documentando así a las clases altas. Hoy en día, es posible aprender danzas medievales, ya sea en escuelas de danza o con profesores particulares, e incluso sin experiencia profesional previa, cualquiera puede adentrarse en el fascinante mundo de la danza medieval.
Los efectos positivos de la danza…
En la transición de la niñez a la adultez, comenzamos a reprimir nuestro impulso natural de movernos. Nuestros movimientos se vuelven cada vez más restringidos y orientados a tareas debido a las normas sociales y el condicionamiento cultural. La danza es un medio culturalmente válido que puede reavivar este impulso natural de moverse en nuestra vida adulta y satisfacerlo de manera auténtica.

Foto de Ardian Lumi @ardianlumi, vía Unsplash
Kashyap (2005) definió la danza como una disciplina física única en la que las energías emocionales, psicológicas, espirituales, intelectuales y creativas se unen y armonizan.
Bailar tiene un efecto revitalizante en la mente y el cuerpo , permitiendo a las personas moverse dentro de patrones externos y liberarse de las limitaciones de la vida cotidiana. La danza influye en nuestra personalidad, nuestro comportamiento y nuestras relaciones con el entorno, fortaleciendo en última instancia la autoestima y la independencia .
Los aspectos importantes de nuestra psique y personalidad en los que el baile tiene un efecto demostrablemente positivo son la autoconfianza , la autoestima , la creatividad y los patrones constructivos de comunicación y afrontamiento .
… sobre la creatividad
La creatividad involucra todos nuestros sentidos: la vista, el olfato, el oído, el tacto, el gusto e incluso, quizás, los extrasensoriales. El término «habilidades de pensamiento creativo» puede
definirse como el conjunto de capacidades mentales generalizadas, tales como el pensamiento divergente, el pensamiento productivo, el pensamiento inventivo o la imaginación.
El fenómeno de la creatividad sigue despertando un considerable interés entre los investigadores debido a la creciente demanda de nuevas soluciones a problemas antiguos o persistentes.
Un estudio de Banes (1998) reveló que los bailarines tienen mayor capacidad para alternar entre el mundo fantástico de la danza y la realidad, con una clara correlación positiva con su creatividad. Un mayor dominio de procesos cognitivos como la atención, la concentración y la formación de conceptos permite a los bailarines involucrarse y sumergirse en el proceso de la danza.
El movimiento creativo y la danza comparten una conexión omnipresente y conducen al autodescubrimiento . Badrinath (2002) sostiene que el aspecto expresivo de la danza es lo que realmente enciende el potencial creativo de los bailarines.
Bailamos para reír, bailamos para llorar, bailamos para enloquecer, bailamos para tener esperanza, bailamos para gritar, somos los bailarines, creamos los sueños.
Albert Einstein
¿Te interesa incorporar más creatividad a tu vida? Entonces, las clases de baile podrían ser justo lo que buscas. Bailar crea conexiones únicas en tu cerebro, lo que te permite ver las situaciones desde una perspectiva diferente y encontrar soluciones creativas.
La danza es una forma de expresarse a través de diversos movimientos. Permite explorar nuevas emociones mediante la exploración artística. A través de la danza, expresas tus emociones internas sin limitaciones, lo que te permite desarrollar una perspectiva creativa.
La actividad física en general no solo es buena para el cuerpo, sino también para la mente. Estar activo libera endorfinas, lo que te hace sentir más seguro, creativo y saludable.
… sobre la autoconfianza
El autoconcepto es el aspecto cognitivo del yo, relacionado con la autoimagen. La autoestima es el aspecto afectivo o emocional del yo y generalmente se refiere a cómo nos sentimos o cómo nos valoramos (Brown y Marshall, 2006).
Entre los componentes de la autoestima que son específicos de ciertas áreas de la experiencia vital se incluyen la competencia, la simpatía, la empatía, el autocontrol, el poder personal, el reconocimiento moral de uno mismo, la apariencia física y la función corporal.
Los investigadores han señalado el potencial de crecimiento o autotrascendencia que permite la danza. Las bailarinas de danza del vientre experimentan una serie de beneficios, incluyendo una imagen corporal positiva y una menor autoobjetivación, en comparación con los estudiantes universitarios que no bailan (Tiggemann, Coutts y Clark, 2014).
También se ha descubierto que bailar la confianza en nuestra postura . Bailar nos embellece y actúa como remedio para una baja autoestima, aumentando la confianza en nosotros mismos. Badrinath también afirmó que la postura básica del baile fomenta la autoconfianza. Las actividades creativas generalmente tienen un efecto positivo en nuestra autoestima .
Asistir a una clase o escuela de baile
¿Te gustaría sumergirte en las formas creativas de la danza y emprender un viaje emocionante e increíblemente enriquecedor para tu cuerpo, mente y alma? Entonces, te conviene buscar clases o una escuela de danza

Foto de Danielle Cerullo @dncerullo, vía Unsplash
Al asistir a una clase de baile, no solo recibes instrucción de un profesor, sino que también tienes la oportunidad de observar a los demás y seguir sus movimientos. Al analizar los movimientos de los demás participantes, desarrollas tu propio estilo creativo, lo que hace que tus presentaciones sean únicas.
Esto también aumentará tu motivación y espíritu competitivo. Querrás superarte, quizá incluso ser mejor que quien te rodea. Al mismo tiempo, podrás desarrollar nuevas ideas de forma independiente e inspirar a otros con ellas.
Una bailarina apasionada, ahora adulta, recordó una vez cómo, de niña, asistió a su primera clase de baile y se sintió completamente abrumada. Mientras la profesora creaba la coreografía, conoció a otra niña de su edad que también estaba en su primera clase. Ambas estaban nerviosas por lo que les esperaba. Sin embargo, les reconfortó saber que no estaban solas en esa situación. Posteriormente, las niñas forjaron una amistad para toda la vida y un inmenso amor por el baile.
Comprendieron que nadie juzgaba su apariencia, sino que, por el contrario, aceptaban sus diferencias. A través de esta experiencia, aprendieron a conectar con los demás al tiempo que desarrollaban habilidades creativas y físicas que les acompañarían durante toda su vida.
Este testimonio es representativo de las muchas personas que han encontrado su pasión a través de un curso de baile o en una escuela de baile.
Bailar puede fluido , pero también tiene estructura . Bailar no se trata de dónde vives ni de tu apariencia, sino de quién eres y cómo te defines. Si te interesa desarrollar una perspectiva más creativa de la vida, el baile puede ser una herramienta sumamente útil. Puede ayudarte a desarrollar nuevas conexiones neuronales.
Además, es una excelente manera de expresarse y permite interactuar durante una competición, lo que aumenta la autoconfianza. Todo esto puede conducir a una perspectiva más creativa de la vida. A largo plazo, muchas áreas de la vida pueden beneficiarse de ello.
La danza como herramienta educativa
Hemos explorado la danza como forma de expresión artística y pasión vivida. Ahora examinamos la danza desde otra perspectiva: ¿en qué medida está presente la danza en los sistemas educativos formales y no formales?
¿Hasta qué punto es la danza una herramienta en manos de quienes la practican? ¿Es legítimo "utilizar" la danza no solo como forma de arte o como medio de expresión, sino también como instrumento pedagógico?
La danza ofrece un método de aprendizaje que, además de desarrollar habilidades cinestésicas, fomenta la comunicación, la resolución de problemas y el pensamiento creativo y crítico. En esencia, el objetivo de la enseñanza de la danza es involucrar a los estudiantes en experiencias artísticas a través de los procesos de creación, interpretación y respuesta.
La danza, como método de aprendizaje enriquecedor, puede utilizarse no como un fin en sí mismo, sino como un medio y/o herramienta en la educación formal y no formal para desarrollar habilidades individuales y colectivas de resolución de problemas, el aprendizaje de conceptos y la comprensión de temas, vinculando las actividades de movimiento con las materias académicas y permitiendo a los profesionales aprovechar la inteligencia corporal-cinestésica profundamente arraigada en los jóvenes.
Las actividades de danza permiten a los participantes abordar una amplia variedad de temas (posiblemente todos) y son eficaces para comprender todo tipo de comportamientos humanos. Las exploraciones guiadas pueden plasmarse en formas concretas. La pedagogía de la danza ofrece un vehículo para la educación integral que cultiva las cualidades humanas necesarias en la sociedad. La danza integra los aspectos mentales, físicos, emocionales y espirituales de la educación.
Bailar tiene un impacto en la vida.
Pedagogía de la danza en los servicios juveniles
La danza puede extraerse de las artes escénicas y utilizarse como herramienta en el trabajo con jóvenes.
El Proyecto de Extensión Comunitaria en Suecia, por ejemplo, utilizó el hip hop para establecer las bases y la metodología para la creación de espacios de encuentro locales que estimularan la creatividad. Este proceso motivó a los jóvenes y les brindó oportunidades para realizar cambios positivos en sus vidas.
El objetivo era prevenir la discriminación y la alienación, al tiempo que se promovían el aprendizaje, la diversidad, la participación y el compromiso cívico.
Mediante la educación informal y participativa, se brindó a los jóvenes un espacio para desarrollarse y cultivar sus intereses. El hip hop les ofreció la oportunidad de canalizar su energía y creatividad, influyendo así positivamente en su propia situación. La cultura hip hop se utilizó para motivar a los jóvenes a generar cambios en sus vidas y en la sociedad.
La danza en terapia
Finalmente, para que todo esté completo, nos gustaría analizar las posibilidades de la danza como forma de terapia.
La danza/movimiento terapia se define como la aplicación psicoterapéutica del movimiento para promover la integración emocional, social, cognitiva y física del individuo con el fin de mejorar su salud y bienestar.
Se originó en la década de 1940, cuando los primeros innovadores, muchos de ellos bailarines consumados, comenzaron a reconocer los beneficios de la danza y el movimiento como forma de psicoterapia. Es un enfoque de sanación holístico basado en la afirmación, respaldada empíricamente, de que la mente, el cuerpo y el espíritu son inseparables e interconectados; los cambios en el cuerpo reflejan cambios en la mente y viceversa.
La danza y la terapia del movimiento, como enfoque corporal basado en el movimiento, a menudo resultan difíciles de describir, ya que es necesario participar activamente en el proceso para comprender realmente en qué consiste.
La terapia de danza/movimiento se basa en las siguientes premisas:
- El movimiento es un lenguaje, nuestra lengua materna. La comunicación no verbal y a través del movimiento comienza en el útero y continúa a lo largo de la vida. Los terapeutas de danza y movimiento creen que el lenguaje no verbal es tan importante como el verbal y utilizan ambas formas de comunicación en el proceso terapéutico.
- Cuerpo, mente y alma están interconectados.
- El movimiento puede ser funcional, comunicativo, evolutivo y expresivo. Los terapeutas de danza/movimiento observan, evalúan e intervienen considerando el movimiento desde estas perspectivas a medida que emerge dentro de la relación terapéutica durante la sesión.
- El movimiento es tanto una herramienta de evaluación como un modo principal de intervención.
Los terapeutas de danza/movimiento utilizan estas premisas para guiar su trabajo y emplean el movimiento corporal , el componente central de la danza, como el principal punto de acceso a su labor psicoterapéutica.
Los terapeutas de danza/movimiento abordan las sesiones individuales, de pareja, familiares y grupales observando y evaluando tanto a sus clientes como sus propios movimientos, utilizando la comunicación verbal y no verbal para desarrollar e implementar intervenciones que aborden la integración emocional, social, física y cognitiva de un individuo.
Encontrará más información sobre dónde se practica la danza/movimiento terapia y con quién trabajan los terapeutas de danza/movimiento en el siguiente vídeo (en inglés):
Bibliografía y referencias:
- Kashyap, T. (2005). Mi cuerpo, mi sabiduría: Un manual de terapia de danza creativa
- Kashyap, T. (2002). Compartiendo la danza. Narthaki: Un directorio de
danzas - Badrinath, V. (2002). Bailar para el cuerpo y la mente. En Narthaki: Un directorio de
danzas clásicas indias. - Brown, J.D., y Marshall, M.A. (2006). Las tres caras de la autoestima. En M. Kernis, Problemas y respuestas sobre la autoestima: una antología de perspectivas actuales.
- Tiggemann, M., Coutts, E. y Clark, L. (2014). ¿La danza del vientre como
actividad corporal?: Una prueba del modelo de corporalidad de la imagen corporal positiva. Roles sexuales - ¿Aptos para bailar? – Informe de la investigación nacional sobre la salud y las lesiones de los bailarines, por el Dr. Peter Brinson y Fiona Dick, Fundación Calouste Gulbenkian (Londres, 1996).
- Desarrollando el sentido cinestésico: La danza creativa como herramienta de aprendizaje, por Mary Ann Brehm y Lynne McNett, Asociación Internacional de Danza Creativa
- Estándares de la Organización Nacional de Educación en Danza para el aprendizaje y la enseñanza de la danza: Edades 5-18. Reston, VA: Organización Nacional de Educación en Danza (2005)
- Regular Marvels – Un manual para animadores, profesionales y trabajadores del desarrollo en danza, mimo, música y literatura, por François Matarasso, The Community Dance & Mime Foundation (Reino Unido, 1994)

Propietaria y directora general de Kunstplaza. Publicista, editora y bloguera apasionada en los ámbitos del arte, el diseño y la creatividad desde 2011. Licenciada en diseño web (2008). Ha perfeccionado sus técnicas creativas mediante cursos de dibujo a mano alzada, pintura expresiva y teatro/actuación. Posee un profundo conocimiento del mercado del arte, fruto de años de investigación periodística y numerosas colaboraciones con figuras e instituciones clave del sector artístico y cultural.










