En arquitectura y diseño de interiores, los debates se centran en la apariencia de los espacios, la armonía entre la luz y el color, y cómo los materiales apelan al sentido del tacto. Sin embargo, la experiencia de un espacio es mucho más compleja y no se limita a las impresiones de un solo sentido.
Más bien, la arquitectura tiene la capacidad de involucrar todos los sentidos, desde el tacto y el olfato hasta el oído. Esta experiencia multisensorial, también conocida como sinestesia, amplía las formas en que se pueden diseñar y experimentar los espacios. Aporta una dimensión más profunda al diseño que va mucho más allá de los aspectos estéticos.
La sinestesia describe el fenómeno por el cual dos o más sentidos se fusionan, dando lugar a una percepción holística. Este diseño multisensorial, a menudo sutil pero profundo, se manifiesta en la arquitectura. Crea espacios que no solo se ven, sino que también se sienten y se experimentan. Mediante la integración de elementos visuales, táctiles, acústicos y olfativos, el espacio se convierte en un escenario donde todos los sentidos confluyen en armonía.
El papel del olfato en el diseño de interiores
En el arte y el diseño, el olfato el sentido más subestimado. Si bien los colores, las formas y los materiales son protagonistas, el aroma también juega un papel crucial en la percepción de un espacio. Los olores tienen la extraordinaria capacidad de evocar recuerdos e influir en el estado de ánimo. Un espacio bien diseñado aprovecha este efecto para potenciar la sensación de confort, elegancia o energía.

Foto de Filip Baotić @filipbaotic, vía Unsplash
En el diseño de interiores, se observa una tendencia discreta pero efectiva hacia el diseño multisensorial, donde las fragancias se utilizan estratégicamente para realzar la experiencia de un espacio. Los difusores de fragancias exclusivos no solo son elementos funcionales que crean un aroma agradable, sino también objetos estéticos que complementan el diseño de una habitación. Estos difusores pueden integrarse intencionalmente en el concepto general, amplificando la experiencia visual y táctil a través de la estimulación olfativa.
Acústica y percepción de espacios
Una habitación visualmente perfecta puede perder rápidamente su ambiente si la acústica no es la adecuada. Una acústica deficiente puede hacer que una habitación resulte incómoda o incluso desagradable, aunque sea visualmente impresionante. Por lo tanto, es importante integrar elementos acústicos en el diseño que mejoren la habitación no solo visualmente, sino también acústicamente.
En la arquitectura moderna, se presta cada vez más atención al diseño sonoro . Materiales como el fieltro, las alfombras o la madera absorben el sonido y crean una suavidad acústica que tranquiliza el ambiente. Asimismo, el sonido puede utilizarse deliberadamente para evocar emociones específicas.
Una habitación con superficies duras y ecos se percibe más dinámica y enérgica, mientras que los materiales suaves y los sonidos tenues crean una atmósfera íntima y relajante. Jugar con estos efectos acústicos potencia la experiencia sinestésica del espacio.
Háptica: El tacto del espacio y la materia
Si bien el sentido del olfato suele operar de forma sutil y la acústica llena un espacio con una calidez discreta, el tacto es una experiencia directa y consciente en el diseño espacial. La cualidad háptica de los materiales es una de las experiencias más inmediatas que ofrece la arquitectura. Es el tacto, la sensación de las superficies, lo que hace tangible un espacio. Las superficies lisas y frías, como el vidrio y el mármol, transmiten una sensación de elegancia y precisión, mientras que los materiales cálidos y texturizados, como la madera o las telas, irradian seguridad y confort.
El diseño de interiores no se limita a lo que se ve, sino que también abarca lo que se siente. La experiencia táctil de una habitación influye en la primera impresión tanto como la percepción visual. Los materiales que se tocan cuentan historias, ya sea la textura rugosa de una piedra natural o la suavidad y flexibilidad de un sillón de cuero de alta calidad. Esta interacción de los sentidos aporta a la arquitectura una profundidad emocional que trasciende la mera funcionalidad.
La interacción de los sentidos: El arte del diseño multisensorial
La sinestesia en el diseño espacial implica que ningún sentido existe de forma aislada. Cada sentido complementa y potencia la percepción de los demás. La interacción de los elementos visuales, acústicos, hápticos y olfativos crea una armonía espacial que transforma el espacio en una experiencia completa e inmersiva.
Un ejemplo de esto es la integración de fragancias ambientales en espacios minimalistas. Si bien el diseño visual se mantiene sobrio y limpio, las fragancias añaden una nueva dimensión, transformando sutilmente el espacio. El aroma impregna la habitación de forma imperceptible, pero a la vez aporta una resonancia emocional que no rompe con el estilo minimalista , sino que lo complementa. Mediante el arte de la fragancia ambiental, el espacio no solo se ve, sino que también se siente.
La arquitectura y el diseño contemporáneos exploran cómo los espacios pueden ofrecer una experiencia holística. Los enfoques sinestésicos desafían a diseñadores y arquitectos a crear espacios que involucren todos los sentidos y conecten con las personas a múltiples niveles. De este modo, los espacios se convierten en algo más que simples lugares; se transforman en experiencias emocionales que perduran en la memoria.

La influencia del arte en el diseño multisensorial
Numerosos ejemplos de sinestesia también se encuentran en el arte la historia del arte , también han influido en la arquitectura moderna. Las instalaciones que combinan sonido e imagen, o los espacios que se vuelven tangibles mediante la luz y el olfato, ya no son infrecuentes.
Al tender un puente entre el arte y la arquitectura, los espacios se diseñan no solo como lugares funcionales, sino como espacios de emoción e inspiración. Mediante la integración consciente del arte en el diseño espacial, el espacio mismo se convierte en una obra de arte, y la experiencia sinestésica, en un componente central de la experiencia global. Los aromas, los sonidos y el tacto se transforman en las pinceladas de la arquitectura.
La arquitectura sinestésica como el futuro del diseño espacial
La sinestesia en el diseño espacial abre nuevas perspectivas que van más allá del simple diseño de paredes y suelos. Se trata de crear espacios que estimulen todos los sentidos y que conecten con la persona en su totalidad. Mediante la hábil combinación de elementos visuales, táctiles, acústicos y olfativos, se crean espacios que no solo son estéticamente agradables, sino también emocionalmente evocadores.
En un mundo cada vez más digital y visual, la arquitectura sinestésica propicia un retorno a la experiencia holística del espacio. Combina arte, diseño y arquitectura de una manera que sitúa a las personas de nuevo en el centro, no solo como observadoras, sino como parte del espacio mismo.

Propietaria y directora general de Kunstplaza. Publicista, editora y bloguera apasionada en los ámbitos del arte, el diseño y la creatividad desde 2011. Licenciada en diseño web (2008). Ha perfeccionado sus técnicas creativas mediante cursos de dibujo a mano alzada, pintura expresiva y teatro/actuación. Posee un profundo conocimiento del mercado del arte, fruto de años de investigación periodística y numerosas colaboraciones con figuras e instituciones clave del sector artístico y cultural.










